miércoles, 11 de marzo de 2009

Una sola moneda


Ella ha decidido acabar el carrusel de hombres en su vida. Sabe que sólo puede querer a dos:  

A uno lo desea con pasión, pero llegar a comprenderse requerirá su trabajo. Con el otro todo funciona en armonía, pero deberá trabajarse el deseo y la pasión.

Dos cabinas... Una sola moneda... ¿A cuál de los dos llamará?


4 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé ella a cuál llamaría, sé a cuál llamaría yo y sería a la 2ª. Si aún tuviera 20 años la respuesta sería distinta, a esa edad se le da mucha importancia a la pasión, a las mariposas en el estómago, y se confunde esa sensación de hormigueo maravilloso con el amor, cuando es solo lujuria... ahora que ya no tengo esa edad en la que todo es convulso y arrebatado busco otras cualidades... y creo que una buena relación de pareja, la que hace fructificar el amor verdadero y duradero es la que está basada en la armonía, la complicidad, la ternura, la compañía y el apoyo diario, por supuesto acompañado de sexo satisfactorio, pero no necesito a superman en mi cama todos los días...

Manuel Correa dijo...

Como siempre, DR, un argumento muy sólido. Se esté o no de acuerdo con él... La pregunta, ahora, es: ¿Se puede "domesticar" la piel hasta el punto de que sienta en función de lo demás?...

Anónimo dijo...

con una buena "terapia" todo es posible, incluso cabe la posibilidad de conseguir cambio para esa moneda, y llamar a los dos... o bien tomar un café y disfrutar de ese momento

monica dijo...

Hace años que no llamo desde una cabina... Y lo echo de menos.